La moda según Livotsky surge a final
de la Edad Media como proceso de individualización de la apariencia
ciudadana, es decir, el no ser como los demás, ser único motiva el
cambio de sociedad.
En la sociedad de consumo, con el estallido
narcicista y el culto al Yo, la apariencia se torna la máxima
expresión significante del ego. “La moda no solamente ha permitido
mostrar una pertenencia de rango, de clases, ha sido además un
vector de individualización narcicista, un instrumento de liberación
del culto estético del Yo” (Lipovetsky, 2004).
Uno de los problemas que conlleva la
individualización narcicista es que estamos sujetos a unos valores
sociales y culturales que encasillan la creatividad y la originalidad
en etiquetas sociales de las cuales no se puede escapar. Un hombre
con camiseta de colores, bermudas, chanclas y unas gafas de sol
cuadradas de la promoción de las patatas Lays solo puede
atender a un estilo de vida, el chico esta de vacaciones y atiende a
un estamento social de clase media actual.
La individualización del Yo fuera de
un grupo social es prácticamente imposible, no podemos ser más
distintos que los demás comprando lo que a todos nos venden, mismas
tiendas, mismos souvenirs o gadgets como lo nombra Vicente Verdú “El
gadget objeto personaliza al sujeto y el sujeto se ve reflejado en el
objeto.” Esto es solo un refuerzo positivo de la misma
personalidad. Podemos expresar nuevos sentimientos y un carácter más
personal vistiendo de esta o de aquella manera, pero no podemos
diferenciarnos de nuestro grupo social. Si elegimos ser modernos y
distintos, romper con las leyes de la moda, descombinar colores,
vestir con ropa de invierno en pleno verano o disfrazarnos el 90% de
los días solo reforzará la autoestima, pero los valores personales
y la forma de ver el mundo se asemejaran a aquel grupo que como tú
ha elegido ser diferente, es decir, si visto con mayas de leopardo,
chupa con tachuelas y cresta de color azul formarás parte solamente
de un grupo de punks: punks disfrazados por carnaval, punks de postal
o punks busca vida, en cualquiera de las opciones tus valores
cambiarán en pro del grupo elegido.
Ser individual en la sociedad de
consumo globalizada es como querer ser una hormiga en un templo
termitero, al final obrera como todas las demás.
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