jueves, 9 de octubre de 2014

¿qué es una hormiga en un termitero si no es moda?

La moda según Livotsky surge a final de la Edad Media como proceso de individualización de la apariencia ciudadana, es decir, el no ser como los demás, ser único motiva el cambio de sociedad.
En la sociedad de consumo, con el estallido narcicista y el culto al Yo, la apariencia se torna la máxima expresión significante del ego. “La moda no solamente ha permitido mostrar una pertenencia de rango, de clases, ha sido además un vector de individualización narcicista, un instrumento de liberación del culto estético del Yo” (Lipovetsky, 2004).
Uno de los problemas que conlleva la individualización narcicista es que estamos sujetos a unos valores sociales y culturales que encasillan la creatividad y la originalidad en etiquetas sociales de las cuales no se puede escapar. Un hombre con camiseta de colores, bermudas, chanclas y unas gafas de sol cuadradas de la promoción de las patatas Lays solo puede atender a un estilo de vida, el chico esta de vacaciones y atiende a un estamento social de clase media actual.
La individualización del Yo fuera de un grupo social es prácticamente imposible, no podemos ser más distintos que los demás comprando lo que a todos nos venden, mismas tiendas, mismos souvenirs o gadgets como lo nombra Vicente Verdú “El gadget objeto personaliza al sujeto y el sujeto se ve reflejado en el objeto.” Esto es solo un refuerzo positivo de la misma personalidad. Podemos expresar nuevos sentimientos y un carácter más personal vistiendo de esta o de aquella manera, pero no podemos diferenciarnos de nuestro grupo social. Si elegimos ser modernos y distintos, romper con las leyes de la moda, descombinar colores, vestir con ropa de invierno en pleno verano o disfrazarnos el 90% de los días solo reforzará la autoestima, pero los valores personales y la forma de ver el mundo se asemejaran a aquel grupo que como tú ha elegido ser diferente, es decir, si visto con mayas de leopardo, chupa con tachuelas y cresta de color azul formarás parte solamente de un grupo de punks: punks disfrazados por carnaval, punks de postal o punks busca vida, en cualquiera de las opciones tus valores cambiarán en pro del grupo elegido.

Ser individual en la sociedad de consumo globalizada es como querer ser una hormiga en un templo termitero, al final obrera como todas las demás.


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