Durante
más de seis años, Simón el estilita ha hecho penitencia
manteniéndose en pie sobre una columna. Un devoto muy rico le regala
una columna mejor, y Simón realiza el milagro de devolverle las
manos a un mutilado. Durante varios días, mientras Simón sigue
haciendo penitencia, el diablo se le aparece y trata de hacerlo caer
en la tentación. (FILMAFFINITY)
Para hacer un análisis
iconográfico de este mediometraje y en concreto de este fotograma,
hemos de conocer el significado fáctico y expresivo
de las figuras y sus acciones, estos serán los motivos
artísticos así en primer lugar
reconoceremos las formas. Vemos a la izquierda del cuadro una columna
con un hombre de pie con los brazos abiertos y vestido con harapos. A
la derecha y en primer lugar, tenemos a dos personas, en este caso a
Simón y a su madre, en una posición sedente y el otro recostado
sobre ella, esto nos recuerda a la virgen abrazando a su hijo Jesús
en su regazo.
Para
entender las formas y la expresión de estos elementos hemos de
estudiarlos desde un segundo nivel, el motivo secundario o
convencional, que estudiará los
motivos históricos y alegorías. Esto construirá la iconografía.
La columna de orden jónico representa una belleza clásica ausente
de grandes parafernalias, así Simón se siente mas alejado de todo
lo mundano para acercarse a Dios. Su posición con los brazos
abiertos es una acción que simboliza el abrazo a todos los seres del
mundo terrenal. Arriba, en lo alto de la columna se encuentra Simón
del desierto, una figura basada en
un
un
libro medieval que recopilaba una serie de vidas de santos. Un libro
donde leería historias de anacoretas en lo alto de columnas cuyas
deyecciones se asemejaban a la cera de una vela. A lo largo de los
años, Buñuel se documentaría sobre anacoretas como “Simeón el
Estilita”, quien vivió cuarenta años en lo alto de una columna.
A la derecha nos encontramos a su madre y a él mismo en una
posición puramente religiosa, la virgen consolando a su hijo Jesús
para darle fuerzas y así continuar su dura penitencia.
La
tercera línea de investigación es el análisis iconográfico,
basado en el significado intrínseco que construyen e mundo de los
“símbolos”, esto es, que la columna representa la escalera a
Dios y el alejamiento del mundo terrenal, cuan mas alto estemos mas
cerca de Dios estamos, esto es una concepción que se tenia en la
época Gótica y cuanto mas simple sea nuestro altar mas bello será,
la simplicidad y el orden nos acercan al mundo de los Dioses.
Olvidarse del cuerpo para elevar el alma. La simbología de la madre
abrazando al hijo es clarísima, no hay consuelo mas fuerte que el
abrazo de una madre. Aunque este abrazo sea un recuerdo, a Simón le
vale para no caer en las tentaciones del diablo.
Todo
el mediometraje es una alegoría a los sueños y a los sacrificios
provenientes de la fé.
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